Veracruz necesita un gobernante que se olvide del pasado y se enfoque las problemáticas del Estado: Evangélicos

Hylcia Trujano

Xalapa, Veracruz a 12 de Noviembre de 2017.- Con ‘desencanto y decepción’ ha transcurrido el primer año de gobierno del panista Miguel Ángel Yunes Linares y es que el gran pendiente para las y los veracruzanos es dar resultados contundentes en materia de seguridad, expresó, el Presidente de la Red Evangélica del Estado,  Guillermo Trujillo Álvarez.

Reconoció que si bien las condiciones han sido adversas en términos financieros,  el titular del Ejecutivo se ha enfocado más en los temas políticos que en dar solución a los problemas que aquejan a Veracruz.

“Ha pasado un año ya y no mejoró en nada el tema de la inseguridad, por el contrario. Este es un asunto urgente ya para el Estado, pero bueno, no sólo es responsabilidad del gobernador, ya que nos mandaron a la Gendarmería, al Ejército, a la Armada, a la Marina y se supone que es un trabajo coordinado, así que no sólo es responsabilidad del gobernador. Debemos exigir más como ciudadanos mayor seguridad y resultados sobre todo”.

En su tradicional conferencia de prensa dominical, aseveró, que pese a lo anterior la comunidad evangélica otorgará un voto de confianza a Yunes Linares, esperando que este 15 de noviembre al presentarse ante la sede del Poder Legislativo para dar cuenta del Estado que guarda su administración detalle su trabajo con acciones reales que den cumplimiento a lo establecido en el Plan Veracruzano de Desarrollo (PVD) para su bienio.

“Estaremos pendientes de este informe esperando al verdad y lo que es, no lo que le digan al gobernador sus asesores, ni nada. Yo creo que para dar un buen Informe, el gobernador tiene que consultar a la gente, al pueblo, no a sus asesores, sino al pueblo y escuchar lo que se piensa de él, de su gobierno”.

Finalmente, Trujillo Álvarez, enfatizó, que este es el momento para replantear estrategias enfocadas al mejoramiento del Estado haciendo de lado rencores políticos o reviviendo temas del pasado que en nada abonan a la gobernabilidad.

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