La rama, una tradición 100 por ciento veracruzana que se extiende al sureste del país



Hylcia Trujano
Xalapa, Veracruz a 17 de Diciembre de 2017.- Una más de las tradiciones de esta época es la cantada de la rama y es en la cuenca de la Papaloapan así como en el Sotavento donde ésta tiene mayor arraigo.
A partir de la segunda quincena de este mes resulta común observar en las calles, principalmente a la niñez, entonando con picardía, al mero estilo de los veracruzanos, los coros de la rama de puerta en puerta de los hogares para pedir ‘los aguinaldos’.
Al respecto, el antropólogo, Carlos Zepeda Piñero, comentó que la rama es una de las costumbres más nobles en la entidad, la cual, incluso, caracteriza a Veracruz con el resto de las entidades de la república del país en estas fechas
“Es por el bullicio, color y estilo que en cada región de Veracruz se le da a la rama. Esta tradición distingue a la entidad entre el resto del país. Creo que aquí, no hay ningún adulto que de grande no haya salido a cantar la rama y que ahora no acompañe a sus hijos. La rama representa una gran ilusión, o sea, desde que se va cortar, hasta que se hacen los adornos con papel china, es una tradición muy noble porque son los niños quienes andan en busca de su aguinaldo”.
En ese sentido, el investigador social egresado de la Universidad Veracruzana (UV), refirió, que no existe un documento específico que detalle su inicio.
No obstante, sostuvo, que algunos documentos señalan que tiene sus orígenes mediante la cultura afro mestiza.
“Sin duda surge en México, en Veracruz. Es una mezcla de las culturas negra, mesoamericana e hispana adaptada a la algarabía de los veracruzanos con versos, picardías e ingenio”.
Con los años, la tradición ha sido copiada por otros estados, (también del sureste de México) como Tabasco, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo.
“Hay ramas muy bonitas, frondosas y muy coloridas con guirnaldas y globos. Los niños son quienes se organizan en su colina para elegir los adornos y quien habrá de cargarla en la procesión, incluso en el Sotavento elaboran sus propios instrumentos musicales con corcholatas, palos y piedras. Los niños se divierten mucho, pero lo que más les ilusiona es obtener un dinero con el que después organizan su posada. O también se reparten lo que juntan en la temporada de la cantada y al término, si les fue bien, se compran el juguete que más les guste”.
De tal forma, el antropólogo enfatizó que la rama es una tradición motivada por el nacimiento de Jesús.
“Comenzando a mediados de diciembre, y con un término que varía del 6 de enero al 2 de febrero según la región. Pero últimamente se mira a la rama en las calles hasta el 24 de diciembre. En realidad no es otra cosa más que, una peregrinación al estilo veracruzano que recrea esa escena de María y José por el nacimiento de Jesús”.
Los estados que la han copiado, aseveró, han modificado o adaptado la tradición, sin embargo, el ingenio para su decoración y la picardía para su decoración son fundamentales.
“Para cantar la rama la gente debe tener carisma. Porque además cuando nadie de la casa sale a dar el aguinaldo, hay coritos que prácticamente aluden a lo que en lenguaje de la cuenca del Papaloapan es como una mentada de madre. Yo no me imagino, por ejemplo, a alguien del estado de Puebla, o de Colima, o Campeche con esas picardías, sin duda tienen que ser los sureños quienes son picaros por naturaleza”, sostuvo.
Zepeda Piñero, abundó, que de todas las tradiciones de Veracruz ésta es sin duda es la que más ha sobrevivido y aun con la influencia de las costumbres de la Unión Americana, difícilmente podría desaparecer.
“No para nada, la rama no está en peligro de extinción ni nada por el estilo. Esta tradición nace en las clases bajas, medias. Pero ahora, incluso, en las escuelas es enseñada, y hay niños de todos los niveles sociales que saben de la rama y la han cantado, que han andado de puerta en puerta en busca de su aguinaldo”.
Por ello, indicó que desde la segunda semana de diciembre los veracruzanos adultos ya saben que tienen que guardar en su bolsillo ‘morralla’ para la rama.
“Yo creo que todos, los veracruzanos en algún momento de nuestra infancia hemos salido a cantar la rama, en lo personal recuerdo muy bien cuando lo hacía con la palomilla de la colonia. También me ha tocado acompañar a mis hijos y ahora también participo en la tradición pero guardando la morralla, en primer lugar porque no me gusta la mentada de madre que se acostumbra si no das el aguinaldo, y la segunda desde luego, por lo emocionante que es cuando se escucha que tocan a la puerta de la casa y de inmediato se entonan los cantos”, concluyó.
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