Sindicato petrolero se doblega ante López Obrador

VIOLETA SANTIAGO/ TVN Veracruz 

Agua Dulce, Veracruz a 09 de Julio de 2018.- El funcionario sindical hoy habla de “reconciliación”; hace apenas unos días atrás, se refería Andrés Manuel López Obrador como un candidato con promesas irrealizables e incluso, meses atrás, en sendos actos partidistas del PRI, había hecho un guiño al presidenciable con referencias a Venezuela.

En su escritorio está el libro de José Antonio Meade “El México que merecemos”. Lee todas las palabras del comunicado emitido por la dirigencia nacional del Sindicato Petrolero, en el que aseguran “respeto institucional” al nuevo Presidente y al finalizar confiesa: aún no se lo decimos a los trabajadores.

El desplegado con fecha de 4 de julio comenzó a circular entre mensajes de WhatsApp de petroleros de la región sur: en el encabezado, el escudo del STPRM y la dedicatoria iba “Al pueblo de México”. En el texto, el Sindicato Petrolero aseguraba que sus trabajadores no fueron coaccionados y que “votaron en absoluta libertad de elección”, aunque, por ejemplo, en Agua Dulce se les pidió que en encuestadoras telefónicas dijeran que apoyaría a Meade.

“Nuestro respeto institucional será, como siempre ha sido antes, irrestricto a la Presidencia de la República”, concluía el mensaje firmado por Carlos Romero Deschamps, el Comité Ejecutivo General y cada uno de los 36 Secretarios Generales.

A través de dicho mensaje, el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) reconoció públicamente la victoria de Andrés Manuel, mientras que abiertamente esta organización ha apoyado al PRI desde su conformación y era parte del “voto duro” del tricolor.

En la Sección 22, en Agua Dulce, un funcionario reconoce la veracidad del mensaje y lo lee desde un correo electrónico. Reacio, pide omitir su nombre, porque señala que todavía tienen que hablar con todos los trabajadores petroleros, mientras que a finales de este año ya se prepara la renovación de la dirigencia sindical.

Democracia sindical

A mediados de mayo, aún en campaña López Obrador tocó el tema referente a la forma en la que se dan las decisiones dentro del Sindicato Petrolero. “Se acabó el cacicazgo en el manejo del Sindicato Petrolero, llegó a su fin”, sentenció el tabasqueño.

“¿Cómo se sienten al respecto de estas declaraciones, creen que así como Morena arrasó en la presidencia y gubernatura, habrá cambios, veremos rostros nuevos en las dirigencias sindicales?”, se le pregunta al funcionario. “No creo”, contesta, aunque con un tono de voz de poco convencimiento.

Explica que el sindicato ha sufrido cambios ‘radicales’ en su interior promovidos por golpes políticos presidenciales. Primero, el ‘Quinazo’ implementado por Carlos Salinas de Gortari y, posteriormente, una persecución iniciada por Vicente Fox Quesada, según cuenta.

En las últimas décadas, la dirigencia sindical de Agua Dulce ha estado marcada por una tradición similar a la del PRI de antes: el dedazo. El que salía, recomendaba al que entraba, aunque estos terminaban peleando. Después de la salida de Roberto Ricárdez Orueta y, con este, el fin de esa era sindical, llegaron los períodos de Salvador Morales Abrego, Heberto Sastré Rosado, Erasmo Castillo Saldaña, Jaciel López Avendaño, Daniel Martínez González y finalmente Ismael Melgarejo Vázquez.

La mayoría de estos últimos ha repetido período consecutivamente, pero jamás ha regresado después de una pausa.

De acuerdo con los estatutos, en los últimos 100 días del año es cuando se deben celebrar las elecciones para renovar a los funcionarios sindicales, mismas que en Agua Dulce se realizan a través del voto a mano alzada.

“¿No considera que, si no fuera a mano alzada, si fuera por voto secreto, habría la posibilidad de que otras personas fueran elegidas?”, se le pregunta al funcionario. “Andrés Manuel también usa la votación a mano alzada para elegir, se para y pregunta quién apoya a su candidato y todos levantan la mano”, responde a la defensiva.

A lo largo de los últimos períodos han surgido planillas con petroleros “disidentes” o “de oposición”, contrario a las planillas del oficialismo, en donde se perpetua en el poder los mismos rostros sólo con rotaciones entre algunos puestos. El método de mano alzada —y su identificación y posibles represalias— ha coaccionado el voto de los petroleros, punto al que se refiere López Obrador: a hacer obligatorio el voto libre y secreto para que sean elecciones democráticas.

Daniel Martínez González fue la recomendación del oficialismo que lo llevó hasta la Secretaría General por dos períodos; luego apoyó a su amigo Ismael Melgarejo Vázquez, quien está por terminar su segunda gestión. En el último trimestre de este 2018 habrá elecciones en el sindicato.

Entre los nombres que suenan están: Julio César Jaime, Oficial Mayor; Ariel de la Cruz Bautista, funcionario de Exterior y Propaganda; y el mismo Daniel Martínez González, todos con un puesto actual dentro de la organización sindical. En esta ocasión, podrían surgir también nuevas planillas y finalmente tener “nuevas caras” en los puestos de la dirigencia sindical.

Sobre el futuro de Carlos Romero Deschamps, Jorge Ramos Uscanga, líder de los jubilados, recuerda que él ya fue elegido por seis años más, así que no temen que haya movimientos hasta el 2024; así habrá acumulado 30 años como líder del sindicato petrolero. “No creo que pase”, agrega al referirse sobre los cambios a nivel sindical.

Pero a nivel local, las declaraciones, el triunfo de López Obrador calaron entre los trabajadores activos y que tienen el control del edificio de la calle La Venta, en la colonia Cuatro Caminos.

Aún tienen que explicar a los trabajadores qué significa el “respeto institucional” que el líder Carlos Romero insiste en hacerle llegar a AMLO a través de desplegados en decenas de periódicos de la región, mientras que, al mismo tiempo, las ciudades veracruzanas en donde hay secciones petroleras fueron las que más votos sumaron al ahora Presidente