La sociedad en general y la Iglesia católica tienen la impresión que la inseguridad no se ha controlado en el estado, por lo que va en aumento

Xalapa, Veracruz a 17 de Abril de 2019.- El padre José Manuel Suazo Reyes, director de la oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa afirmó que la sociedad en general así como la iglesia católica tienen la impresión de que la inseguridad no solamente no se ha controlado en el estado sino que ha aumentado en mucho.

Entrevistado en los pasillos de conocido café del centro de Xalapa momentos antes de asistir a la misa crismal, manifestó que “la impresión que tenemos es que sigue habiendo mucha inseguridad, que la gente tiene mucho miedo; por ello, estos días se Semana Santa son una ocasión de encontrarnos con Dios y volver la mirada a la esperanza”. 

Indicó que estos días se constituyen en un tiempo para renovar la solidaridad con los hermanos que sufren y también para abrir las puertas del corazón a la trascendencia. 

“En esta Semana Santa un mensaje que sin duda se estará diciendo es cómo el sufrimiento que está presente en la sociedad viene acompañado o asumido por Jesús, quien con su calvario con su pasión ha venido a darle sentido al sufrimiento humano pero también acompaña a todos los que sufren, a todas las personas que han perdido familiares y que buscan afanosamente a sus desaparecidos”, indicó. 

El sacerdote expresó que una vez realizada la misa crismal, este jueves santo inicia el triduo pascual y que jueves en la noche se celebra la misa de la cena del Señor con el lavatorio de los pies con lo cual se recuerda la institución de la eucaristía, del orden sagrado y el mandamiento del amor. 

“Es una celebración muy solemne e importante, el viernes santo se celebra la pasión del Señor para recordar nuevamente los últimos momentos de la vida de Jesús y también se tendrá un momento para la veneración de la santa cruz y posteriormente la distribución de la sagrada eucaristía”, manifestó. 

José Manuel Suazo Reyes refirió que la celebración de la pasión del Señor está enmarcada con dos acciones populares de devoción: una es el viacrucis que se hace por la mañana en las calles de la ciudad acompañados de gente que estará meditando en el viacrucis, y por la noche la procesión el silencio que se concentra en el centro y que inicia en Américas y finaliza en el primer cuadro de la ciudad.

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