Entregan una granada de fragmentación en el centro de canje de armas en el módulo de palacio de gobierno

Una señora que se dedica a comprar antigüedades sin darse cuenta adquirió una granada de fragmentación, llegó a su casa y la aventó al suelo ya que desconocía lo que había comprado.

Este día la llevo al centro de canje de armas donde le dieron mil pesos por la Granada de fragmentación esto como parte de la campaña de desarme que está llevando a cabo personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).

La señora Marisol Guevara Vargas contó que le encantan las antigüedades y en un pueblo, del que pidió no decir cuál, porque ahí tiene conocidos y familia; entró y compró la granada, pero no sabía qué era una granada.

Junto con la granada compró una carabina y otras cosas que le gustaron, por lo que pagó tres mil pesos.

Dio a conocer que compró la granada hace aproximadamente un año, pero escuchó en la radio que había campaña de canje de armas.

«Cuando llegué a la casa aventé todo al piso así no más, todo lo que había comprado y así salió rodando y uno de mis hijos me dijo cómo hiciste eso. Lo hice sin pensar”, señaló.

“Entonces la llevé al fondo del patio y allá la tuve con temor, dije a ver a qué hora explotamos, entonces cuando escuché esto (el canje), dije la llevo, es un peligro que la tenga en la casa, no sé si esté activada», agregó.

Al preguntarle a un miembro del Ejército nos respondieron que se trata de una granada de fragmentación, de mano, a la que se le aprecia la chaveta y el seguro de mano.

«Yo pensé que me iban a dar más, me ofrecieron mil, yo la compré en tres mil, pero fueron varias cosas. Sí ya, estoy más tranquila, aunque me la compraba otra persona, pero en otra ciudad, entonces dije que vengan por ella, yo no la voy a llevar, pero ya tiene un año y a mí me urgía sacarla», destacó.

Narró que cuando la adquirió le gustó y preguntó qué era y le respondieron que era una granada y que la habían encontrado gracias a un aparato detector de metales, por lo que presumen que formó parte del armamento de una guerra.

Finalmente, aceptó que aunque le gustó no sabía que era una granada y simplemente cuando entró a su hogar aventó las cosas al piso, pero uno de sus hijos le dijo que era una granada y desde entonces no sabía qué hacer con ella..