¿Sabes Qué es una chachalaca? Especie en peligro de extinción en los tuxtlas.

Por Octavio Ponce Cadena/

San Andrés Tuxtla, Veracruz a 03 de 2021.- Seguramente habrás escuchado en esta calurosa época primaveral entre los árboles y el monte de la región de los tuxtlas, un extraño canto de un animal también raro con un también raro nombre, “La chachalaca”, ave que habita la región de los tuxtlas y que tiene este singular y curioso nombre.
Pues bien, la chachalaca es una interesante y atractiva ave cuyo nombre proviene de su vocalización
(Su “canto”).

Este es áspero y ronco, formado por un traqueteo rítmico, es muy característico y muy reconocido a lo largo y ancho de la tradición cultural mexicana. Esta ave pertenece a la familia Cracidae, del orden de las Galliformes, por lo que es pariente de la gallina doméstica.

Existen cuatro especies de chachalaca en México, de las cuales dos son endémicas, es decir, se encuentran exclusivamente en territorio mexicano. Una de estas dos últimas especies, Ortalis policephala (nombre científico), se distribuye a lo largo de la costa del pacífico, desde el estado de Jalisco hasta Chiapas, llegando hasta el centro del país en los estados de México, Morelos y Puebla.

Dentro de sus hábitos de comportamiento, es curioso observar que el macho siempre ocupa la parte más alta del lugar, su canto es más grueso que el de la hembra y además, comienza primero. La hembra se ubica más abajo en la vegetación, desde unos centímetros hasta tres metros de distancia del macho; su canto es más suave e inicia uno o varios segundos después de su pareja.

En la época en que se reproducen, las parejas son territoriales. Cuando un par extraño se acerca lentamente y cantando a intervalos a la pareja “dueña” del territorio, esta última sale a su encuentro, de modo que una u otra puede comenzar una pelea, saltando de rama en rama golpeándose con las alas, dándose picotazos y tratando de sujetarse entre sí con sus largos dedos. Ambos sexos erizan las plumas de la cabeza y el cuello; las hembras no intervienen y permanecen cerca sin dejar de emitir un cacareo constante. Usualmente estas peleas ocurren sobre los árboles o en arbustos. Finalmente, el macho vencido se aleja del lugar seguido de su compañera.

El apareamiento es parecido al de las gallinas domésticas, el macho persigue a la hembra hasta que esta se agacha, el macho sube a su espalda y se aparean. Los nidos generalmente se ubican en áreas con follaje denso a alturas de entre uno y medio a casi cuatro metros. En Jalisco, entre los meses de junio y julio se observan dos o tres huevos blanquecinos por nido. Los pollos son nidífugos, es decir que desde nacer se pueden valer por sí mismos desde su nacimiento.

Algunos depredadores de las chachalacas juveniles y adultas son las águilas, halcones y felinos como el yaguarundí.

Las chachalacas son generalmente herbívoras, consumiendo frutos y flores, ocasionalmente animales como lagartijas. Para alimentarse no tienen una conducta segura, sino más bien son nerviosas y escurridizas, por lo que se acercan al sitio de alimentación poco a poco; primero se acerca un individuo mientras las demás (hasta 35 compañeras) esperan inmóviles a diferentes distancias.

Una vez que la primera ave se ha posicionado en la parte más alta del sitio, las demás se aproximan lentamente, ubicándose a diferentes alturas y así comienzan a alimentarse.

Al terminar de alimentarse, pueden descansar, arreglarse las plumas o simplemente quedarse quietas, para retirarse posteriormente de forma gradual.

Al parecer son tranquilas con otras especies mientras comen, pues no se ha observado agresividad contra otras aves, entre las cuales se han registrado pericos y cotorras, coas, pájaros carpinteros, urracas y charas o incluso pequeños mamíferos como ardillas o tejones.

Las poblaciones de especie de chachalaca, por lo menos en algunas regiones, no se encuentran en riesgo de extinción, en la región de los tuxtlas por la destrucción de su hábitat, su riesgo de extinción es medio ya que es un ave común que prospera en gran variedad de ambientes naturales e incluso aquellos con algún grado de alteración.
¿Sabías qué?

En varios pueblos de la Sierra Norte de Oaxaca existe la tradición de que, en aquellos días soleados y tranquilos, cuando no se ve ni una nube, si se empieza a escuchar el canto de las chachalacas “chac a lac – cha ca lac” al otro día habrá lluvia y cambio de clima, lo cual sorprendentemente casi siempre es cierto.