En México, pandemia no frenó a los movimientos sociales

Paola Cortés Pérez

Xalapa, Veracruz a 12 de octubre de 2021.- Gualberto Díaz González, profesor de la Facultad de Sociología de la Universidad Veracruzana (UV), comentó que los medios virtual y audiovisual se han convertido en generadores y socializadores de conocimiento durante la contingencia sanitaria derivada del Covid-19. 

El académico participó el viernes 8 de octubre en el conversatorio “Desafíos teóricos-metodológicos para el estudio de los movimientos sociales, la política contenciosa y la protesta en tiempos de pandemia” de la 4ª Semana Nacional de las Ciencias Sociales, actividad organizada por la Red Mexicana de Estudios de los Movimientos Sociales. 

En el evento participaron Gualberto Díaz, de la UV; Felipe Javier Galán López, profesor de la Universidad Intercultural del Estado de Puebla (UIEP), y Juan Pablo Paredes Paredes, profesor de la Universidad Católica del Maule, Chile; bajo la moderación de Ligia Tavera Fenollosa, de la Red Mexicana de Estudios de los Movimientos Sociales. 

Gualberto Díaz dijo que la pandemia descolocó a todos y los investigadores se preguntaron qué pasaría con los movimientos sociales que acontecían en México. Se dieron cuenta que las movilizaciones sociales continuaron, así lo demostraron el movimiento feminista, la lucha por los desaparecidos, las manifestaciones y los plantones de los trabajadores despedidos de Petróleos Mexicanos (Pemex). 

“En este contexto, nos dimos a la tarea de hacer un documental desde el confinamiento; contactamos a los activistas para que nos contaran qué pasaba con sus movimientos, así logramos articular las voces de las feministas, de los familiares de los desaparecidos, de los periodistas, a fin de darle un contexto a la movilización en estos tiempos de pandemia.” 

El resultado fue un documental elaborado de manera colectiva, inédito y gratificante, el cual fue presentado en la Red Mexicana de Estudios de los Movimientos Sociales, que da cuenta de lo sucedido en el escenario mexicano. 

Planteó buscar otras formas de socializar el conocimiento, ya que considera que los investigadores no deben limitarse a leer y observar, sino a encontrar otras formas de articular lo que pasa en las luchas y movimientos sociales durante la pandemia. 

“Lo virtual y lo audiovisual se han convertido en un padrón generador y socializador de conocimiento, para el registro y el análisis de los movimientos, protestas y movilizaciones.” 

Por lo tanto, dijo, los investigadores, profesores y estudiantes deben registrar las luchas y los movimientos para socializar en el mundo virtual y dar a conocer lo que sucede en las marchas, asambleas y entrevistas de los actores principales.

Transformación de la educación e investigación

Felipe Galán, quien ha realizado investigación sobre educación intercultural y movimientos estudiantiles, dijo que sin duda la pandemia ha transformado a la sociedad e indudablemente al campo de la investigación en todas las áreas, particularmente el estudio de los movimientos sociales ha tenido un cambio. 

Mencionó que la educación se ha transformado y en el caso de los estudiantes ha sido difícil porque anteriormente no habían trabajado con las plataformas digitales, pese a esto no han registrado mucha deserción y ahora trabajan con un modelo híbrido. 

Enfatizó que en las comunidades indígenas más que movimientos sociales se dan protestas o descontentos en temas como el trabajo textil, los modelos educativos, las medidas de salud en las comunidades ante el Covid-19, entre otros temas. 

Lo verdaderamente relevante y de trascendencia es que los descontentos y demandas están haciéndose a través de los medios digitales, lo que debe ser registrado por los investigadores y estudiantes. 

“Debemos empezar a hacer redes entre estudiantes e investigadores para registrar lo acontecido y las dificultades que enfrentan las comunidades ante la pandemia, ya que han puesto mayor énfasis en las zonas urbanas.” 

Por último Juan Pablo Paredes, quien ha desarrollado investigación sobre las movilizaciones estudiantiles en Chile, recordó que a finales de 2019 en el país sudamericano se vivía un estallido social por parte de los estudiantes debido al alza en el precio del transporte público, lo cual afectaba directamente a la economía de las familias chilenas. 

A la par, se presentaba un fuerte surgimiento del movimiento feminista; se vivía una efervescencia social que con la llegada de la pandemia se agudizó y mostró las fragilidades del ser humano. 

“El escenario, además de contingente y crítico, me parece ambivalente, la idea de la ambivalencia de la vida social que es central para enfrentar y entender el caso chileno.”