Al menos 20 muertos y 71 heridos en la explosión de una toma clandestina de combustible en México

Una explosión en una toma clandestina de combustible en el municipio de Tlahuelilpan, en el Estado de Hidalgo (centro de México), ha dejado este viernes al menos 20 muertos y más de 71 heridos, según ha confirmado el gobernador de la entidad, Omar Fayad. Dos horas antes de la detonación, en la zona, situada a poco más de 100 kilómetros de la capital mexicana, las autoridades habían tenido conocimiento de una fuga intencionada de carburante. Cientos de habitantes se habían desplazado al lugar de los hechos con bidones para intentar tomar algo de combustible.

El Gobierno de Hidalgo ha pedido a los habitantes de Tlahuelilpan (15.000 habitantes) que se mantengan lejos del lugar de la explosión y permanezcan, en la medida de lo posible, en sus hogares. Fayad ha confirmado que se trataba de una toma clandestina y que los fallecidos han muerto calcinados. La fuga se produjo a las cinco de la tarde de este viernes y la explosión se produjo alrededor de las siete.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha lamentado lo ocurrido y ha pedido a todo su Gobierno a «prestar auxilio a la gente en el sitio». La explosión se produce en plena cruzada del Gobierno federal contra el combustible robado, un negocio de gran escala en el país. El Gobierno ha insistido en tipificar el robo del hidrocarburo como un delito grave y ha ordenado el despliegue de más de 5.000 militares para vigilar las instalaciones, ductos y camiones cisterna que transporta gasolina de Pemex.

«Personal especializado de Petróleos Mexicanos (Pemex) en coordinación con autoridades federales y locales atienden el incendio y apoyan a la población que resultó afectada por este suceso ocasionado por una toma clandestina», informa la petrolera estatal en su cuenta de Twitter.

Un equipo de Pemex especializado en contraincendios se ha desplazado a la zona. «Participan además camiones anti incendios y vehículos con espuma de la refinería de Tula, de la terminal de San Juan Ixhuatepec y de Pachuca, para coadyuvar a sofocar la emergencia», apunta la empresa pública.

Un incidente similar ocurrió en diciembre de 2010 en San Martín Texmelucan (Puebla). En aquella ocasión fueron 29 las personas fallecidas después de la explosión de miles de litros de combustible que escaparon de los ductos de Pemex a través de una toma clandestina, en lo que sería el preámbulo del negocio del huachicol en la región.

La detonación se produjo cuando la fuga de diesel llegó hasta la zona urbana durante la madrugada, una chispa provocó el incendio que dejó 54  heridos. El gobierno mexicano no encontró a los responsables de la tragedia.

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