Mexico, 25 de Octubre de 2016.- México, de verdad, ha fincado y ha construido, y ha edificado nuevos cimientos para impulsar una transformación real en lo institucional, y para impulsar desarrollo para México.

En el pasado, también ha habido otros cambios, que en su momento parecieron que era impensable que se materializaran los beneficios que prometían esos cambios.

Pongo ejemplos, con la creación del Instituto Nacional Electoral o el IFE antes, todos llegaron a poner duda al principio, cuando se creó un órgano ciudadano para arbitrar los procesos electorales, para profesionalizar nuestros procesos electorales.

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Otra institución creada, el SAT, por ejemplo. Cuando se pensó crear una institución para lograr una mejor recaudación para eficientar los procesos de recaudación de Hacienda, parecía que era, en su momento se llegó a pensar que eso no iba a ocurrir.

Los casos que entonces, alguien me daba una estadística, no sé, cercana, quizá, a lo que realmente ocurría, pero los casos que defendía Hacienda frente al contribuyente, es este tema que nos les gusta mucho a ustedes, pero en aquel entonces los perdía Hacienda, y es cuando se crea, entonces, el SAT.

Y hoy el SAT es un gran órgano. Es una institución del Estado mexicano que ha eficientado sus procesos de recaudación; que tiene, además, una mayor eficiencia en la defensa frente a los contribuyentes. Y hoy son más los casos que gana de los que perdían anteriormente, en el pasado.

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Repito, la ley por sí misma no hace el cambio. La instrumentación, tampoco por sí misma, sino más bien, esta convergencia de esfuerzos entre lo que la institución, las instituciones se van consolidando y, la participación activa de la sociedad.

Ya lo decía hace un momento: sí hablemos bien de México. No les estoy pidiendo que hablen bien del Gobierno. Cada quien tendrá su opinión sobre el Gobierno, sobre el desempeño; si hemos cumplido o no.

Pero todo ello ha sido en un único propósito, en una sola tarea y misión que me propuse como Presidente de México, que es ésta, repito, la posición de mayor privilegio que pueda haber para alguien que se dedica a la vida pública, el ser Presidente de su Nación.

Y aquí, realmente, uno tiene manera de impactar, de incidir, de cambiar, como lo hemos venido haciendo. Y en esta tarea mi único propósito es que a México le vaya bien.

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Y estoy seguro que los anteriores Presidentes, también no han tenido otra misión más que esa, que a México le vaya bien.

Nadie despierta, un Presidente no creo que se levante, ni creo que se haya levantado pensando, y perdón que lo diga, cómo joder a México. Siempre han pensado en cómo hacer las cosas bien para México.

Proyectar a México en lo que vale. Proyectar a México en la confianza que queremos despierte allá, afuera, depende de lo que todos digamos de nuestra casa, nuestra gran casa que es México.